#ElPerúQueQueremos

Foto: RAÚL RIEBENBAUER

¿Nacidos culpables?

Acerca de 'Los rendidos. Sobre el don de perdonar', de José Carlos Agüero

Publicado: 2015-05-05

Conocí a José Carlos Agüero en alguna de las reuniones del Grupo Memoria en el Instituto de Estudios Peruanos (IEP). Allí, un grupo de antropólogos, sociólogos, e historiadores analizaban y debatían textos referidos al conflicto armado interno (1980-2000). Como me interesaba ese periodo tan duro y tan reciente de la historia peruana, asistí a unas cuantas sesiones. Necesitaba entender, comprender lo que ocurrió. No participé el día en que Agüero compartió su escrito —o mejor dicho, su conjunto de escritos breves—, base del libro que acaba de publicar: Los rendidos. Sobre el don de perdonar (IEP, 2015). Así que cuando comencé a leerlo hace unos días, no sabía bien a qué me enfrentaba.

Apenas conocía el punto de partida, crítico: José Carlos Agüero, historiador y poeta, es hijo de Silvia Solórzano y Juan Manuel Agüero, dos miembros de Sendero Luminoso, que fueron ejecutados extrajudicialmente en distintos momentos del conflicto —su padre en el motín de El Frontón, en 1986; su madre en una playa de Chorrillos, en 1992—. Y es que Agüero desnuda su origen desde la primera página con una enorme valentía, como quizá pocos hayan hecho hasta ahora, sin ocultar los hechos y sus graves consecuencias, ni sus emociones, desde la vergüenza a la culpa.

Al saber eso, me vino a la cabeza un montaje teatral de la compañía Moma Teatre (Valencia, España), que había visto hace muchos años. Se titulaba Nascuts culpablesNacidos culpables. En aquella obra, hijos y nietos de nazis reflexionaban en escena sobre la carga con la que habían nacido y crecido. No era ficción: estaba basada en el libro homónimo del escritor y periodista austríaco Peter Sichrovsky, que entrevistó precisamente a descendientes de antiguos miembros de las SS. ¿Se puede heredar la culpa?, era la pregunta que circulaba una y otra vez en la obra y en el libro. José Carlos Agüero nos cuenta en Los rendidos: «Escribí una vez: "los hijos no pueden heredar la culpa de los padres. No es justo". Pero sí la heredan. La culpa es compleja, tiene formas y se adapta porque las comunidades necesitan culpables.»

Sobre esa complejidad de la culpa escribe; y sobre el concepto de víctima —¿Puede el hijo de un senderista ser una víctima? O incluso, ¿puede serlo una senderista asesinada con tres balazos a la espalda, u otro fusilado después de haberse rendido?—; y sobre el perdón —"Mi perdón posiblemente no valga nada, porque mi posición no es de poder. No se me ha otorgado el don para reivindicar a nadie, soy por extensión parte de los que o son culpables o deben quedarse callados por respeto o sentido de sobrevivencia."—. Y lo hace con tal honestidad, lucidez y profundidad, sin reclamos, sin espera, con generosidad, que todo ello da a este libro un valor profundo, necesario.

Si yo fuera peruano y hubiera vivido el horror de aquellas dos décadas —o si fuera tan joven que apenas hubiera percibido su eco—, ahora sé que sería bueno, imprescindible, aproximarme a Los rendidos, para conocer los matices de gris en una escala que, en este asunto, no se puede reducir al blanco o negro. Aunque creo que el valor de este libro va más allá de una nacionalidad, de haber vivido un tiempo doloroso: cualquiera puede conocer más sobre la condición humana si se adentra en su relato.


PS: La acogida del libro en sus primeros días de vida pública ha sido magnífica. Algunas muestras: las columnas de los periodistas Patricia del Río y Jeremías Gamboa, en El Comercio; o la del psicoanalista Jorge Bruce, en La República. 

Facebook: raul.riebenbauer  Twitter: @RaulRiebenbauer


Escrito por

Raúl M. Riebenbauer

Soy periodista. Desde hace años, dedico una parte de mi trabajo a la recuperación de identidades perdidas y a luchar contra el olvido.


Publicado en

Mi pie izquierdo

Con el permiso de Jim Sheridan —a quien pido prestado el título—, aquí van historias de compromiso, superación, memoria y cotidianidad.