'Yachaykusun', el libro que recoge las experiencias del Programa de Adaptación al Cambio Climático-PACCPerú —y que ha sido presentado estos días en la COP20—, se cierra con un fotoensayo del fotógrafo documental Antonio Escalante. Diez imágenes que recorren de un modo poético y personal las microcuencas Huacrahuacho, en Cusco, y Mollebamba, en Apurímac. Este es el texto que escribí para acompañarlas.
Si las nubes

Si subes al Laramani, ese apu que vela las tierras del sur del Cusco, y te apostas junto a la laguna Milphu, la misma que conoce Américo desde su infancia, tendrás al frente un lienzo infinito de pastos. Y quizá, aunque estén muy lejos, imaginarás los andenes que dibujan las montañas de Apurímac desde hace muchos siglos; y la minka de los comuneros de Mollebamba, que confían en que este año no se pierda otra vez la cosecha de papa nativa en los laymes, por culpa del veranillo; y otra minka, la de los treinta y dos de Vito, que limpian la qocha de Imaya durante la fiesta del Yarqa pichay; y el bofedal recuperado, tierras abajo de la laguna Quillihuara, donde pastan los caballos de Eleuterio. Y observarás también las nubes de lluvia al fondo, más allá del predio de Ricardina, la comunera visionaria; y a tres madres de Kjana Hanansaya amamantando tal y como aprendieron en el Concurso del Bebé Mamoncito que ganó el pequeño Julio Roger, al que su madre llamó así por un cantante de Espinar. Y verás también a los comuneros de Quillihuara en su asamblea del día 10 de cada tres meses. Y al final del todo, en la cumbre del cerro Oqqesopa, encontrarás a Silverio, el hombre que mira al cielo, mirando al cielo. Y mirarás al cielo, y pensarás que si el viento viene del oeste, y las nubes se ven negrizas, lloverá.

Fotografía: ANTONIO ESCALANTE.

(Este texto forma parte del libro 'Yachaykusun'. Ha sido producido por Fábrica de Ideas para el Programa de Adaptación al Cambio Climático-PACCPerú, una iniciativa de cooperación bilateral entre el Ministerio del Ambiente y la Agencia de la Cooperación Suiza.)